Por Migdalis Pérez
Cuando cae el sol, el turismo no se detiene. De hecho, la noche ofrece experiencias únicas que no pueden disfrutarse durante el día. Desde observar las misteriosas auroras boreales hasta recorrer ciudades iluminadas, este tipo de turismo permite descubrir destinos desde una perspectiva diferente. A continuación, te presentamos cinco opciones fascinantes para disfrutar tras el anochecer.
1. Observar auroras boreales
Uno de los espectáculos naturales más impresionantes que se pueden presenciar en la noche es la aurora boreal. Este fenómeno de luces danzantes en el cielo ocurre en regiones cercanas al círculo polar ártico, como Noruega, Finlandia, Islandia, Canadá y Alaska. Para maximizar la experiencia, es recomendable viajar en invierno, cuando las noches son más largas y la actividad solar es mayor.
2. Safaris nocturnos en África
Los safaris nocturnos permiten a los viajeros observar la fauna africana en su momento más activo. A diferencia de los safaris diurnos, cuando los animales suelen descansar bajo el sol, en la noche es posible ver depredadores como leones, hienas y leopardos en acción. Destinos como el Parque Nacional Kruger en Sudáfrica o el Serengeti en Tanzania ofrecen recorridos guiados bajo la luz de la luna.
3. Navegar en kayak bajo la bioluminiscencia
Algunas playas y lagunas alrededor del mundo albergan microorganismos marinos que emiten luz al ser agitados, creando un espectáculo de bioluminiscencia. Lugares como la Bahía Mosquito en Puerto Rico, la Laguna Luminous en Jamaica y la Isla Grande en Brasil permiten a los visitantes remar en kayaks y ver cómo el agua se ilumina con cada movimiento.
4. Recorrer ciudades iluminadas
Las grandes ciudades del mundo ofrecen experiencias turísticas distintas por la noche. París, conocida como la “Ciudad de la Luz”, brilla con sus monumentos iluminados, mientras que Tokio deslumbra con sus rascacielos de neón. En Nueva York, un paseo nocturno por Times Square es una experiencia vibrante, y en Dubái, los juegos de luces en el Burj Khalifa crean una atmósfera mágica.
5. Explorar cuevas de luciérnagas
En algunos rincones del planeta existen cuevas donde miles de luciérnagas o gusanos luminosos crean un cielo estrellado subterráneo. La Cueva de Waitomo en Nueva Zelanda es uno de los destinos más famosos para esta actividad. En países como Australia y Tailandia también hay cavernas donde estos insectos bioluminiscentes transforman la oscuridad en un paisaje de ensueño.
Definitivamente, el turismo nocturno abre la puerta a experiencias inolvidables que no pueden vivirse durante el día. Ya sea disfrutando de un fenómeno natural, explorando la fauna salvaje o recorriendo ciudades vibrantes, la noche tiene mucho que ofrecer a los viajeros aventureros. Así que la próxima vez que planees un viaje, no olvides incluir alguna de estas experiencias nocturnas en tu itinerario.