El interés de los viajeros por conocer sitios ligados a la muerte, la tragedia, el desastre o lo macabro, conocido como turismo oscuro o thanatourism, sigue creciendo motivado por videos, películas, series y noticiarios.
En Estados Unidos hay lugares como el memorial del 9/11 en la llamada “zona cero”, el tercer sitio más visitado en Nueva York de acuerdo con la empresa Trip Advisor, el edificio Dakota de la tragedia por explosivos, hasta franjas de la frontera con México donde mueren y son detenidos miles de migrantes.
Esta clase de turismo tiene en todo el mundo lugares por explorar atraídos por el morbo o la fascinación por la desgracia y la muerte, según argumentan especialistas, aunque también destacan de ellos su valor histórico. Un ejemplo de “atractivos” más recientes es Fukushima, Japón, donde un terremoto y tsunami dejó más de 19 mil muertos en 2011.
El sitio Tourism-Review enlistó los siete lugares más visitados por el thanatourism, vocablo derivado del griego thanatos-muerte: Campo de Concentración Auschwitz, Polonia; Chernobyl, Ucrania; Volcán Vesubio en Pompeya, Italia; Monumento de la paz de Hiroshima, Japón; 9/11 Memorial, Nueva York: Campos de exterminio, Camboya; y Atolón de Bikini, en las Islas Marshall.
Otros lugares que atraen a miles de visitantes por sus historias negras son: la prisión de Alcatraz, en San Francisco, o el bosque Aokigahara, en Japón, en el que cada año se suicidan en promedio 70 personas. También es muy visitado, Chernóbil, Ukrania, por la explosión en una planta nuclear en 1986, los visitantes incluso llevan aparatos para medir la radiación.
En los campos nazis de concentración, después de conocer lo que sucedió en su interior, los visitantes se toman selfies, mientras que en México existe un tour experimental que recrea el drama de los migrantes con actores vestidos de policía mientras los turistas “cruzan” la frontera estadounidense por la noche.
Nuevos “thanato atractivos” son también: la cueva Tham Luang, donde quedaron atrapados 12 niños tailandeses; los escenarios de genocidios de Ruanda y Camboya; la ruta en Beverly Hills de los crímenes de Charles Manson y sus seguidores; así como narcotours de Pablo Escobar en Medellín, Colombia.
La definición de thanatourism surgió en 1996, como resultado de los estudios de dos profesores británicos, e incluso la Universidad de Lancashire, Inglaterra, cuenta con el Instituto para la Investigación del Turismo Oscuro. Aun cuando este tipo de turismo parece reciente, los especialistas indican que es tan antiguo como la humanidad.
En la Inglaterra del siglo XVII se preparaban viajes para presenciar ejecuciones públicas, y en Francia las muertes por guillotina tenían innumerables seguidores. Esto se explica por una fascinación del humano por la muerte.
Aunque también se estima que puede existir una motivación moral o espiritual cuando se busca visitar el escenario de una tragedia o un genocidio, a fin de mostrar empatía con las víctimas, recordarlas y honrarlas o, simplemente, porque la visita está incluida en un paquete turístico.