No es una sensación, es completamente real: el espacio entre los asientos en los vuelos comerciales se ha ido reduciendo con el paso de los años, y la tendencia continúa.
Cebu Air, la mayor aerolínea de bajo costo de Filipinas, anunció el mes pasado que moverá cocinas y baños en algunos de sus nuevos A330neo para acomodar un récord de 460 asientos, 20 más que el máximo actual del avión, indica un reporte de Bloomberg.
De acuerdo con la firma investigadora sobre aviación Landrum & Brown esto es parte de una iniciativa de mayor alcance, particularmente en Asia, que conduce a meter más personas en los aviones de las rutas más populares.
Pese a que los clientes que pagan son menos felices, aumentar la capacidad también ha propiciado una recuperación de la industria de la aviación de Estados Unidos en los últimos años, confirma Bloomberg.
A principios de la década de 2000, en las filas de clase económica había un espacio de entre 34 pulgadas (86 centímetros) y 35. Ahora lo común es 30-31 pulgadas, aunque en los vuelos cortos alcanza las 28, y una reducción de los asientos de 18.5 pulgadas a 17, según la organización Flyers Rights.
En Asia, donde 100 millones de personas viajan en avión por primera vez cada año, la estrategia de reducir el espacio entre los asientos es normal para las aerolíneas de bajo costo destinadas a una clase media en expansión, que se preocupa más por el precio que por la comodidad.
La demanda asiática ha provocado una escasez de casi todo, desde pilotos y mecánicos hasta aeropuertos y pistas de aterrizaje, (y por supuesto asientos), por lo que las aerolíneas buscan cómo evitar comprar más aviones, una forma de resolver el problema, y tener que pagar derechos de aterrizaje adicionales en aeropuertos saturados.
Comprar aviones más grandes es una forma de hacer frente a la demanda y eso es lo que hace AirAsia Group. En junio, la aerolínea de bajo costo de Malasia cambió un pedido de cientos de aviones para conseguir un modelo más grande que transporte a 50 pasajeros más y recorra 1.000 kilómetros adicionales.
La otra solución es instalar más asientos. En 2014 la aerolínea europea Ryanair pidió a Boeing aeronaves con ocho asientos más de lo normal. Cathay Pacific Airways, que era ejemplo de comodidad, en 2017 comenzó a colocar un asiento adicional en cada fila de clase económica en sus Boeing 777-300, con cerca de una pulgada de espacio personal para cada pasajero.