Unas vacaciones largas pueden contribuir a elevar tu esperanza de vida reduciendo el riesgo de padecer problemas cardiovasculares, indica un estudio realizado en la Universidad de Helsinki.
La investigación sugiere que salir de vacaciones por más de tres semanas reduce el riesgo de morir en un 37%, a partir de un análisis de datos sobre empresarios finlandeses recopilados durante cuatro décadas. Es decir, vacaciones más cortas y horas de trabajo más largas se asocian con efectos dañinos para la salud, incluso la mortalidad.
Inicialmente, el estudio estaba orientado a revisar la salud cardiovascular de directivos finlandeses, con una muestra de 1, 222 hombres, de 47 años como edad promedio, reclutados entre 1974 y 1975, y con al menos un factor de riesgo como sobrepeso, tabaquismo, triglicéridos, etc.
Los participantes se dividieron en dos grupos, el de intervención y el de control. El primero recibió recomendaciones de vida saludable cada cuatro meses, y algunos fármacos para controlar sus problemas médicos relacionados, mientras que el segundo careció de este seguimiento.
Cinco años después los integrantes del grupo de intervención habían reducido en un 46% el riesgo cardiovascular. Entonces llegó 1989, se compararon de nuevo los datos y se descubrió que 15 años después de comenzar el estudio se registraron más bajas por fallecimiento en el primer grupo, el que había reducido los riesgos, que en el segundo.
Ahí empezó la segunda investigación, publicada por The Journal of Nutrition, Health & Aging. La respuesta estuvo en las vacaciones que unos y otros habían disfrutado, una conclusión a la que se llegó después de ampliar la muestra, checar datos de defunciones y buscar otros sobre variables como horas de trabajo, de sueño, y vacaciones.
Entre 1974 y 2004, los hombres en el grupo de intervención que tomaron tres semanas o menos de vacaciones anuales tenían un riesgo 37 por ciento mayor de morir en comparación con los que tomaron más de tres semanas. Los investigadores encontraron que a quienes se les ofreció asesoramiento tenían tasas de mortalidad más altas cuando se les dio seguimiento en 2014.
Quienes tuvieron menos vacaciones en sus cuarenta y cincuenta años tenían una salud peor de mayores. La conclusión del estudio es que quien no toma vacaciones y trabaja muchas horas, puede correr el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.
El estrés que produce no tomarse el tiempo de descanso y desconexión suficiente puede contrarrestar los efectos positivos de una vida saludable y/o de un tratamiento médico.
