La propagación mundial del coronavirus golpeó fuertemente al turismo arruinando al modelo de alojamiento de la plataforma estadounidense Airbnb, que ofrecía a pequeños propietarios la oportunidad de alquilar temporalmente sus cuartos o viviendas enteras para compensar las pérdidas de ingresos por la crisis recién librada.
Ante cancelaciones del 100% de reservas, primero para abril y ahora hasta junio, los anfitriones de Airbnb han buscado otras formas de obtener ingresos, mientras que la empresa, con sede en San Francisco, CA, recurre a reinventar su oferta y adelgazar su estructura operativa despidiendo a un cuarto de su personal, integrado por 7,500 empleados.
“Estamos atravesando colectivamente la crisis más dolorosa de nuestras vidas”, expresó en un comunicado el jefe de Airbnb, Brian Chesky. La compañía anunció para 2020 ingresos “de menos de la mitad” de los generados en 2019.
Entre las medidas de rescate se encuentra la oferta de “Experiencias en línea” de sus anfitriones de diferentes partes del mundo, quienes enseñan alguna habilidad en sesiones de no más de 90 minutos. Otra es la petición de ayuda para los anfitriones más necesitados, a través de un fondo creado con ese objetivo con la donación de $1 millón de dólares de los empleados de Airbnb.
Los fundadores de Airbnb también contribuyeron al fondo personalmente con $ 9 millones, y los inversores con otros $ 7 millones, para un total de $ 17 millones con los que financiará a sus anfitriones, dice Airbnb en su sitio web. Quienes lo soliciten recibirán ayuda financiera de hasta $5,000 a través de su forma habitual de cobro, sin compromiso, no tendrán que devolverla, y podrán usarla para lo que necesiten.
Su mejor apuesta de Airbnb es su asociación con los gobiernos de ciudades en todo el mundo, para ofrecer alojamiento al personal de emergencia COVID-19 que lo necesita. En Chicago, por ejemplo, el acuerdo con la alcaldesa Lori Lightfoot incluye no sólo el alojamiento de socorristas en propiedades cercanas a los hospitales, también atiende a víctimas de la violencia doméstica.
Mantener su lista de propiedades en renta temporal es prioridad para Airbnb, quien asegura a sus anfitriones. “Estamos aquí para ayudarte. Juntos saldremos de la tormenta”. Los especialistas aseguran que el modelo Airbnb, a diferencia de los hoteles, todavía tiene mucho terreno que aprovechar ya que permite al cliente aislarse con seguridad, una situación que incrementará su demanda en la era de la pospandemia.