Aruba, Nueva Zelanda, y las Islas Faroe obtuvieron los primeros lugares de los premios Global Vision Awards 2021 como los destinos turísticos que están tomando medidas para proteger sus tierras y comunidades de las generaciones de visitantes y residentes por venir.
Los premios que otorga la revista Travel + Leisure tienen como objetivo identificar y honrar a empresas, personas, destinos y organizaciones que avanzan para desarrollar productos, prácticas y experiencias de viajes más sostenibles y responsables, demostrando un liderazgo intelectual y soluciones creativas de problemas.
También califican la adopción de medidas cuantificables y procesables para proteger comunidades y entornos en todo el mundo, inspirando a sus colegas y viajeros de la industria a realizar su parte. El jurado consideró que los principales tres destinos galardonados “están dando ejemplo en la lucha por un futuro más sostenible”.
Aruba, está enfocada en las protecciones e innovaciones ambientales; Nueva Zelanda trabaja para profundizar el aprecio de los extranjeros por las costumbres y tradiciones locales; mientras que las Islas Faroe, a través de una campaña inteligente, busca mitigar los efectos de la reciente popularidad del archipiélago impulsada por Instagram.
Con tan solo 110,000 habitantes y la presencia al año de más de 1,8 millones de visitantes, Aruba depende al 90% del turismo. Hasta hace unos años ese motor de la economía de la pequeña isla caribeña era ya una amenaza social al elevar los precios de bienes raíces y abrumar su medio ambiente, aumentando la contaminación y agotando los recursos naturales.
Entonces, el gobierno dió un giro y Aruba se convirtió en líder mundial en viajes sostenibles. Prohibió los plásticos de un solo uso; el octinoxato y la oxibenzona, ingredientes comunes de los protectores solares; se comprometió con objetivos de energía limpia; y lanzó un plan de desarrollo sostenible a nivel nacional.
El turismo aporta una quinta parte de los ingresos de Nueva Zelanda y representa uno de cada siete puestos de trabajo. Sin embargo, su población ha incrementado su interés por el concepto de los pueblos de origen de protección integral del medio ambiente, filosofía que se incorporó a la política gubernamental.
La primavera pasada, Nueva Zelanda prohibió el ingreso a todos los viajeros internacionales en un esfuerzo por proteger al país del Covid-19. El gobierno vio la oportunidad de reordenar su hospitalidad, y está por lanzar cambios creativos que aseguren que al regreso de los visitantes, “el turismo contribuirá con más de lo que consume”, dicen los Global Vision Awards 2021.
En tanto, las Islas Faroe, ubicadas en el archipiélago del Atlántico Norte, en 2019 anunció que estaban “cerradas por mantenimiento” y durante un fin de semana un grupo de voluntarios ayudó a arreglar el lugar. Gran parte del trabajo consistió en rehabilitar antiguas rutas de senderismo, construir otras nuevas y añadir marcadores de orientación.
La medida fue exitosa, pero llegó la pandemia de Covid-19. Ya que los extranjeros no podían visitar las islas en persona, la junta de turismo buscó lugareños que organizaran recorridos virtuales en vivo, y se creó una “herramienta de turismo remoto” que permitía a los visitantes virtuales interactuar en línea con guías mientras exploraban las aldeas, granjas y vistas panorámicas.
Se realizaron 23 recorridos remotos durante 2020, incluidos cuatro en bote, uno en helicóptero y uno a caballo (que puedes ver en el sitio web Visit Faroe Islands). Todos se orientaron para contribuir a un futuro más sostenible e imaginativo para un turismo “que tiene las necesidades, los deseos y el estilo de vida del pueblo de las Islas Faroe como punto focal”, indica T+L.